La derecha de España.

Por Fernando Heller | EuroEFE.EURACTIV.es

24-08-2023 (actualizado: 24-08-2023 )

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El rey de España, Felipe VI, encargó al líder del Partido Popular (PP/PPE) la tarea de reunir el apoyo parlamentario necesario para ser investido jefe del ejecutivo tras las elecciones generales del 23 de julio. [EPA-EFE/Cabalar]

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El debate parlamentario sobre la investidura de Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular de centroderecha, se celebrará los días 26 y 27 de septiembre, un mes más para que el político conservador intente reunir el apoyo suficiente para convertirse en el próximo presidente del Gobierno de España.

El martes, el rey Felipe VI de España encargó al líder del Partido Popular (PP/PPE) la tarea de reunir el apoyo parlamentario necesario para ser investido jefe del ejecutivo tras las elecciones generales del 23 de julio.

Hasta ahora, sin embargo, Feijóo sólo ha conseguido 172 votos, incluidos los del partido de extrema derecha VOX, con el que gobierna en varias regiones españolas, lejos de los 176 escaños de la mayoría absoluta del Parlamento (de 350).

Según fuentes del PP, Feijóo tiene intención de mantener conversaciones con todos los partidos, incluido el independentismo catalán JxCat, que actualmente tiene la llave de un nuevo gobierno progresista. Feijóo sólo ha vetado a los separatistas vascos de EH Bildu, partido que algunos sectores políticos conservadores consideran un “brazo político” de la extinta banda terrorista ETA.

Pero la determinación del líder del PP, ganador de las elecciones anticipadas celebradas el pasado mes de julio, choca frontalmente con la dura realidad de las matemáticas.

“Vamos hacia una investidura fallida porque (Feijóo) no tiene suficientes votos […] Esta investidura está condenada al fracaso, pero está pensada como un ejercicio de supervivencia interna”, la ministra de Educación en funciones, Pilar Alegría (PSOE/S&D ), afirmó el miércoles en una entrevista difundida por la radio pública RNE.

El monarca español encomendó la tarea a Feijóo siguiendo la "tradición" de que el Rey suele designar al candidato más votado, dijeron fuentes oficiales.

Sin embargo, Feijóo sólo puede contar con el apoyo de VOX, la tercera fuerza política en España, con 33 escaños, los dos de la centroderecha Unión del Pueblo Navarro (UPN) y uno de Coalición Canaria, insuficientes para alcanzar los 176 necesarios. escaños ya que el propio PP sólo tiene 137.

El debate parlamentario arrancará con la presentación por parte de Feijóo de su programa político, con el que buscará la confianza de la Cámara.

Para ser designado en la primera vuelta necesita la mayoría absoluta, aunque, si fracasa, se celebrará una segunda votación 48 horas más tarde, en la que sólo necesitará una mayoría simple.

La recién nombrada presidenta del Parlamento, Francina Armengol (PSOE/S&D), afirmó el miércoles que las fechas elegidas dejan "tiempo más que suficiente para que el candidato (Feijóo) lleve a cabo las negociaciones oportunas" con los representantes de los distintos partidos políticos para intentar reunir más apoyo.

Analistas citados por medios españoles consideran que Feijóo quiere exhibir su victoria ante el Parlamento y reforzar su ahora debilitado liderazgo dentro del partido, una posición que -simbólicamente- es disputada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a quien muchos ya ven como su posible sucesor al frente del PP.

Según fuentes del PSOE, Feijóo quería ganar más tiempo para evitar abrir la caja de Pandora interna sobre su “fracaso” político del 23 de julio porque quiere nuevas elecciones.

"Quiere nuevas elecciones y sólo va a cosechar un nuevo fracaso, normalizando sus pactos con la ultraderecha (VOX) y debilitando liderazgos aún más dañados", afirman las mismas fuentes citadas por EFE.

La hoja de ruta política presentada por Armengol no sólo da más tiempo al líder del PP, sino que también proporciona al primer ministro en funciones y candidato socialista, Pedro Sánchez, margen de maniobra para reunir los votos (cataleños y vascos) que necesita para establecer un gobierno de coalición progresista del PSOE con el bloque de izquierdas Sumar, liderado por la ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz.

Pero el líder de JxCat y ex presidente catalán Carles Puigdemont, prófugo de la justicia española, y el actual presidente regional catalán, Pere Aragonès, de la independentista Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), han dejado claras sus “líneas rojas” para dando su “sí” a Sánchez.

Entre sus exigencias iniciales, que podrían rebajar o reducir en los próximos días, están, además del reconocimiento del catalán como lengua oficial en las instituciones españolas y de la UE, la celebración de un referéndum de autodeterminación para Cataluña y una amnistía para a todos los implicados en los gravísimos hechos de octubre de 2017.

Pero el elevado número de víctimas que han impuesto los separatistas catalanes no se ajusta, en principio, según los expertos, a la Constitución española.

El martes, Sánchez dejó claro que las negociaciones con las fuerzas independentistas catalanas, en particular con JxCat, cuyos siete “síes” necesita, siempre se desarrollarán dentro del marco de la Constitución.

“El diálogo es el método y la Constitución el marco”, subrayó el líder del PSOE en un intento de tranquilizar a quienes pudieran pensar que intentaría traspasar los límites de la legalidad.

Pese al secretismo que rodea las negociaciones, fuentes de Sumar han insinuado que tanto el Partido Socialista como el bloque de izquierdas, una alianza de 15 partidos progresistas, están analizando alternativas.

La portavoz de Sumar en el Parlamento, Marta Lois, destacó este miércoles que el partido está trabajando con expertos jurídicos para explorar el "ajuste institucional" de una ley de amnistía con las "garantías necesarias".

“Los procesos o leyes de amnistía en Europa han sido frecuentes. Es el momento de avanzar en este sentido con todas las garantías constitucionales, por supuesto”, afirmó Lois en una entrevista difundida por la cadena pública RTVE.

Si ninguno de los dos candidatos logra el apoyo necesario, dado que ya se ha puesto en marcha el reloj oficial para la investidura, España probablemente tendría que celebrar nuevas elecciones el 14 de enero de 2024.

(Fernando Heller | EuroEFE.EURACTIV.es)

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